DE LAVANDERAS EL CAUDAL
Con su ropa en la cabeza
juntitas se van al río
racimo de lavanderas
damas de bello trapío.
Tan hermoso mocerío
lo digo con circunstancia
mujeres en abundancia
sueltan la lengua con brío.
En amorosas verbenas
tallando y tallando duro
trabajan sin desfiguro
lavando ropas ajenas.
Y enjabonando sus penas
se pasan así la vida
con la esperanza debida
las penas con pan son buenas.
Pajaritas ebrias de agua
con su bella lozanía
procuran con alegría
recogerse sus enaguas.
Un hombre que va de paso
las mira con estupor
ellas sedientas de amor
y él de amores tan escaso.
Sus caderas voluptuosas
sus piernas son un encanto
él las mira sin quebranto
¡ay doncellas tan hermosas!
Y el hombre que va de paso
las mira con embeleso
anhelando sólo un beso
mas ninguna le hace caso.
Ellas están habituadas
a hombres de esa calaña
del pasado y del mañana
no se sienten extenuadas.
Lavanderas de mi tierra
apostadas en el río
son un bello desafío
en el llano y en la sierra.
Y al final de la jornada
cada quien se va a su chante
así el caballero andante
y las damas en parvada.
Racimo de lavanderas
mañana será otro día
contando el chisme del día
enjuagando nuevas penas.
Y a pesar de tanto apuro
aunque el hambre las impulse
las reinas del agua dulce
¡son felices se los juro!
***
(La foto fue extraída de internet, no tenía autor, pero sí decía "Mentidero", seguro ha de ser el Mentidero, San Rafael, Veracruz).
Con su ropa en la cabeza
juntitas se van al río
racimo de lavanderas
damas de bello trapío.
Tan hermoso mocerío
lo digo con circunstancia
mujeres en abundancia
sueltan la lengua con brío.
En amorosas verbenas
tallando y tallando duro
trabajan sin desfiguro
lavando ropas ajenas.
Y enjabonando sus penas
se pasan así la vida
con la esperanza debida
las penas con pan son buenas.
Pajaritas ebrias de agua
con su bella lozanía
procuran con alegría
recogerse sus enaguas.
Un hombre que va de paso
las mira con estupor
ellas sedientas de amor
y él de amores tan escaso.
Sus caderas voluptuosas
sus piernas son un encanto
él las mira sin quebranto
¡ay doncellas tan hermosas!
Y el hombre que va de paso
las mira con embeleso
anhelando sólo un beso
mas ninguna le hace caso.
Ellas están habituadas
a hombres de esa calaña
del pasado y del mañana
no se sienten extenuadas.
Lavanderas de mi tierra
apostadas en el río
son un bello desafío
en el llano y en la sierra.
Y al final de la jornada
cada quien se va a su chante
así el caballero andante
y las damas en parvada.
Racimo de lavanderas
mañana será otro día
contando el chisme del día
enjuagando nuevas penas.
Y a pesar de tanto apuro
aunque el hambre las impulse
las reinas del agua dulce
¡son felices se los juro!
***
(La foto fue extraída de internet, no tenía autor, pero sí decía "Mentidero", seguro ha de ser el Mentidero, San Rafael, Veracruz).
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